Un fuerte llamado a defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural realizó la Diócesis de Ciudad Quesada, este martes 21 de marzo, en la Catedral.
Cientos de fieles se unieron a la celebración de la Eucaristía, la Adoración al Santísimo y la reflexión en favor de la vida, desde la concepción hasta la muerte natural.
Fue Monseñor José Manuel Garita Herrera, Obispo de Ciudad Quesada, quien convocó a esta jornada.
“Ahora más que nunca nuestra voz en la sociedad debe hacerse presente para anunciar el Evangelio de la vida, para proclamar que toda vida cuenta y que este don y derecho sagrado debe protegerse en todos sus extremos”, motivó Monseñor Garita de cara a este encuentro.
Según destacó, “en concreto, en los últimos años se ha querido promover por grupos de influencia e ideologías el aborto como un derecho humano, para lo cual se pretende reformar leyes a nivel de órganos americanos o en constituciones y leyes de los países. Nuestro país no escapa de esta dura y lamentable realidad”.
La Eucaristía que inició a las 6:00 p.m. fue presidida por el Padre Stward Benavides Cedeño, vicario parroquial de la Catedral, quien antes de la celebración, recibió a estudiantes del Colegio Diocesano, quienes llevaban distintos carteles con motivaciones en favor de la vida.
En su homilía, el sacerdote explicó lo que es la verdadera vida puesta en las manos de Dios.
Asimismo, el Padre Stward reflexionó sobre las políticas o leyes que se quieren promover en contra de la vida y que, nosotros los creyentes tengamos claridad de la importancia de defender la dignidad de cada persona humana.
Luego de la Eucaristía, a las 7:00 p.m., el Padre Mario Echavarría Ureña, párroco, dio inicio a la Adoración Eucarística en el marco de la Vigilia por la Vida, y que se extendió hasta las 8:30 p.m.
Durante este espacio, el Padre Mario presidió el Rosario por la Vida. En esta reflexión, algunas de las oraciones motivaban a tomar acción, dando testimonio vivo como creyentes del Evangelio de la vida.
“Oremos para que nosotros nunca guardemos silencio contra el aborto, sino que hablemos efectivamente para salvar a los niños y especialmente a los no nacidos, de la muerte”, expresó el sacerdote.
Fieles, entre ellos, estudiantes del Colegio Diocesano, se unieron a los misterios del rosario, así como a los cantos, peticiones y lecturas bíblicas que marcaron una noche, dando gracias a Dios por la vida, y en la cual se clamó para transformar el corazón de la humanidad, para desterrar el flagelo del aborto.
También se leyeron algunos numerales de la Encíclica de San Juan Pablo II, El Evangelio de la Vida, en la cual se nos decía: “somos enviados: estar al servicio de la vida no es para nosotros una vanagloria, sino un deber, que nace de la conciencia de ser el pueblo adquirido por Dios para anunciar sus alabanzas (…) todos juntos sentimos el deber de anunciar el Evangelio de la vida”.
La noche cerró con la bendición eucarística, pero antes, la oración y reflexión final estuvo a cargo de Monseñor José Manuel Garita Herrera.
El Obispo de Ciudad Quesada agradeció la presencia de tantos jóvenes durante la Vigilia, además, agradeció el don de la vida y pidió a Dios para que no permita que veamos como normal o lícito el “abominable crimen del aborto”.
Monseñor fue enfático en que la Iglesia enseña que dentro del vientre de una madre hay una persona, no un producto, como lamentablemente se nos quiere mostrar de parte de ciertas ideologías y tendencias.
Asimismo, animó a tener esperanza en el Señor y a seguir proclamando la vida, siendo testigos como imagen y semejanza de Dios que somos todos.