Este jueves 23 de marzo, el presidente ejecutivo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Alejandro Picado, señaló en conferencia de prensa la importancia de estar preparados ante el inicio de la temporada de lluvias 2023.
De acuerdo con la CNE, Costa Rica cuenta con al menos 131 zonas vulnerables a inundaciones y deslizamientos, es por ello que se están generando una serie de acciones para contrarrestar sus efectos.
Estratégicamente, la CNE ya reabasteció los inventarios de 79 bodegas municipales; y, tres bodegas regionales ubicadas en Osa, Parrita y Cañas.
Estas estructuras cuentan ahora con los insumos suficientes para la habilitación de albergues y atención de las primeras horas de la emergencia con espumas, cobijas, camillas, pichingas de agua. También equipos especiales como generadores, motores fuera de borda, motosierras, botes, entre otros.
En materia de albergues, gracias a un enlace de esfuerzos con los Comités Municipales de Emergencia (CME), tiene identificados más de 730 sitios que pueden funcionar como alojamientos temporales en caso de ser requeridos como escuelas, salones comunales y gimnasios.
Adicionalmente, se trabaja con el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) y los 90 Comités Municipales y Regionales de Emergencia distribuidos en el país.
El año 2022 se vio mercado por una intensa temporada de lluvias fortalecida por la Zona de Convergencia Intertropical, el fenómeno de la Niña y eventos hidrometeorológicos extremos como los Huracanes Julia y la Tormenta Tropical Bonnie.
Durante ese periodo se atendieron aproximadamente 6.200 reportes por inundaciones y más de 5.000 personas requirieron ser albergadas.