Ante el anuncio del Ministerio de Salud sobre la aprobación del Protocolo de Atención Clínica para el procedimiento médico vinculado con el artículo 121 del código penal: Interrupción Terapéutica del Embarazo, la Iglesia Católica costarricense lamenta y rechaza su publicación.
En numerosas oportunidades los Obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, como pastores de la Iglesia, han reiterado el valor sagrado de la vida, desde el momento de la concepción hasta su muerte natural. Una vez más, en una declaración dada el viernes 4 de diciembre, señalaron que «proclaman y reiteran que la vida es sagrada e inviolable».
Los Obispos lamentan que, en pleno mes de diciembre, cuando la ciudadanía celebra el fin de año, y en el contexto religioso del Adviento, de fiestas marianas significativas y a puertas de la celebración de la Navidad, «se dé este golpe a la sociedad costarricense, defensora de los valores y de la vida desde siempre; y al sentimiento religioso y profundamente cristiano que ha caracterizado tradicionalmente a esta nación».
“Creemos que este protocolo va más allá del artículo 121 del Código Penal, y que esta aprobación haría del aborto un derecho. Como manifestamos en varias oportunidades, esta ‘norma técnica’ deja en indefensión al niño no nacido, durante todo el embarazo”, expresaron.
“No nos cansaremos de predicar el don y el Evangelio de la vida y de alzar la voz por los no nacidos, inocentes e indefensos”, añadieron.
En diferentes ocasiones los Obispos recordaron que solicitaron a las autoridades de salud el borrador del protocolo para emitir su opinión sobre su contenido, sin embargo, nunca recibieron respuesta positiva a esta solicitud, ni tampoco para darlo a conocer públicamente antes de su aprobación.
Una vez más, los Obispos hicieron un llamado «a las madres y padres de familia, al personal de salud, a nuestros fieles católicos y a todas las personas de buena voluntad para que, como ha sido durante la pandemia, defiendan de manera decidida y firme el don y el valor sagrado de la vida».