El Papa se reunió en la Sala Clementina del Palacio Apostólico con los líderes del Secretariado del Foro de las Islas del Océano Pacífico, originarios de 11 países insulares: Austria, Islas Cook, Estados Federados de Micronesia, Polinesia Francesa, Kiribati, Nauru, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, República de las Islas Marshall, Samoa y Vanuatu.
El Santo Pontífice dio un discurso a estos líderes en el cual mostraba su preocupación por las graves consecuencias de la degradación medioambiental de los océanos y de la subida del nivel del mar como consecuencia del calentamiento global.
Estos representados de cada país mencionado se reúnen en Roma para lograr solucionar los problemas que afectan los países insulares del Océano Pacifico, además para participar en un foro de la FAO en el cual se discutieron temas relacionados con la seguridad alimentaria, el cambio climático o los riesgos de desastres naturales.
En su discurso el Pontífice destacó la “belleza y la riqueza cultural y natural” de estos países. Francisco reconoció que la región del Océano Pacífico “suscita también vivas preocupaciones en todos nosotros, y en particular en la población que vive, muchas veces, preocupada por su vulnerabilidad ante fenómenos ambientales extremos, y climáticos, cuya intensidad es cada vez mayor”.
Entre todos esos peligros, el Papa consideró que “el que genera un mayor problema, un mayor impacto, es el de la subida del nivel de los mares, así como el doloroso y continuo declive que está sufriendo la barrera coralina, ecosistema marino de gran importancia”.
“Son numerosas las causas que han llevado a esta degradación medioambiental y, en muchos casos, son responsabilidad de una conducta humana inapropiada, junto a una forma de explotación de los recursos naturales y humanos cuyo impacto llega hasta el fondo de los océanos”.
Afirmó que “cuando hablamos de la subida del nivel del mar, pensamos en el problema de calentamiento global, ampliamente debatido en numerosos foros y debates internacionales. Precisamente en estos días se está desarrollando en Bonn, Alemania, la XXIII Sesión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP-23, que este año se desarrollará bajo la presidencia de uno de vuestros países, las Islas Fiji”.
“Espero que los labores de la COP-23, así como los trabajos posteriores, tengan presente esa ‘Tierra sin confines donde la atmósfera es extremadamente fina y frágil’, como la describió uno de los astronautas que trabajan en la actualidad en la Estación Espacial Internacional, con los que tuve recientemente un interesante coloquio”.
“Vosotros venís de países que, en relación con Roma, se encuentran en las antípodas. Sin embargo, la visión de esta Tierra sin confines anula las distancias geográficas, reclamando la necesidad de una concienciación mundial, de una colaboración y de una solidaridad internacional, de una estrategia compartida que no nos deje indiferentes ante los graves problemas derivados de la degradación medioambiental, como es el declive de los océanos o la degradación humana y social que la humanidad de hoy está experimentando”, dijo al finalizar su discurso.
Fuente: ACIPrensa.