El aumento de casos positivos por COVID-19 en la Zona Norte ha alarmado a toda la sociedad.
Ante esto, la Diócesis de Ciudad Quesada hace un llamado a la calma, a la prudencia y a la sensatez, a no generar alerta innecesaria, a no crear pánico ni a propagar mensajes que nos dividan.
También hace un llamado a la conciencia, a la razón y a la responsabilidad, «porque habitantes de nuestro país se están prestando para hacer ingresar migrantes de forma ilegal, por dinero», expuso el Pbro. Albán Arroyo Vega, Vicario General de la Diócesis.
“Este tipo de prácticas dañan a la sociedad, denigran la dignidad humana y nos ponen en riesgo”, comentó.
El Padre Albán mencionó sobre la polémica que ha generado la necesidad de tener un sitio de albergue para enfermos de COVID-19. Indicó: “hay que tener garantías, cuidados extremos y los requisitos necesarios para que fructifique un proyecto de este tipo, o varios que podrían ser abiertos en diversas zonas del país. Aún no sabemos hasta dónde llegará esta pandemia”, agregó. Abogó, desde luego, porque se respete la dignidad de las personas, sean costarricenses o de otro país.
Comentó que desde que inició la crisis, la Iglesia particular de Ciudad Quesada ha estado anuente a la colaboración.
Con este mensaje, la Diócesis hace un llamado a la paz, a la solidaridad y la responsabilidad. “Todos los sectores debemos unirnos por el bien común del país y, en particular, de nuestra zona en este momento gravemente amenazada”, concluyó.