Desde hace seis años, una familia constituida por 15 miembros, llegó a Costa Rica a probar suerte.
“La situación que estábamos viviendo en Nicaragua era muy dura, aquí en Costa Rica encontramos trabajo, sin embargo, nos despidieron por el COVID-19”, expresó Celestina Gamboa de 37 años de edad, madre de ocho hijos, quien actualmente vive en Caimitos de Florencia.
Tras los despidos por la Emergencia Nacional, la familia Gamboa tuvo que dejar de alquilar y construir un “ranchito”, un ranchito sin un techo.
Y aunque no lo crea, ahí duermen todos los días llueva o no llueva.
En el transcurso de los seis años de estar en el país, la familia ha crecido a 19 miembros, hoy no tienen dinero para ponerle zinc al racho, no tiene cemento para terminarlo ni comida.
Doña Celestina está en busca de personas que gusten colaborar con la situación que está viviendo.
“Como madre esto duele, la comida del Ministerio de Educación Pública nos ayuda mucho pero no alcanza, somos una familia muy grande y sin trabajo”, agregó.
La familia necesita zinc para poder cerrar el techo del rancho, “no importa si está usado, no queremos mojarnos más”, expresó. Ellos también necesitan cemento y comida.
Ellos no tienen muebles ni electrodomésticos, lo único con lo que cuentan es con colchonetas que se las regaló una vecina.
“Cualquier persona puede venir y ver mi situación, ruego que nos ayuden, la estamos pasando mal”, concluyó Gamboa.
Usted puede contarse con doña Celestina al 7153- 0402.