Una verdadera obra de arte recibe ahora a los fieles en el templo Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en Florencia.
Pablo Rigioni Soltero es vecino de la comunidad de Pénjamo, en donde se dedicó por mucho tiempo a la producción de leche; y, desde sus 32 años de edad a las misiones, casi a tiempo completo.
Rigioni contó que junto a su esposa Yalile Esquivel Lobo ha dedicado su vida a misionar luego de experimentar la presencia de Dios de una manera muy especial que transformó su vida.
Ambos dedican su tiempo a la Compañía de Familias Misioneras, que reúne a personas de todo el mundo. Su vocación principal es hablar de Cristo, a través de la catequesis e intercambios.
Con respecto a su afición por el arte, asegura que desde muy joven ha disfrutado pintar, incluso pensó en estudiar una carrera afín a su vocación.
Contó que la intención de elaborar la obra en el templo de Florencia, en honor a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, surgió por interés del Presbítero Omar Solís, cura párroco de la comunidad.
Rigioni enfatizó que tiene una devoción muy especial hacia la Virgen del Socorro, pues por largo tiempo el Padre Redentorista, Henry Soto, ha sido su consejero espiritual.
Recalcó que, gracias a Dios, la obra se pintó en 15 días aproximadamente.
Don Pablo ha asistido prácticamente a diario a Misa para encomendarse a Cristo y pintar en honor de su Madre.
La pintura original de su obra se encuentra en Italia, cerca de la Basílica Santa María la Mayor y data del siglo XV aproximadamente.
Como parte de los detalles de la obra, destaca el rostro de María, especialmente su mirada de esperanza.
“La Virgen nos está mirando a nosotros; y, ese es el sentido más importante, creo yo del Perpetuo Socorro… María nos está mirando a nosotros, el consuelo de Jesús es que María nos consuele a nosotros, que nosotros acudamos a su Madre para nosotros también seguir a Jesús”, manifestó el pintor.
Para Don Pablo es un honor haber realizado la pintura.
“Es una oportunidad para hablar de Cristo, para difundir las misiones, para que nosotros tomemos conciencia de que tenemos que ser misioneros y también ser parte del Perpetuo Socorro, no acudir a ella solo para que me ayude a mí en mis trifulcas, sino para que yo también pueda ser parte de la misión de socorrer a otros… Que esa es la gran misión, sobre todo en la fe, para que podamos crecer en el amor a Cristo”, añadió.
Específicamente la obra de arte mide 2,20 metros de ancho; y, 3,20 metros de alto.
Añadió que la imagen original que yace en la filial la obsequió una tía-abuela suya, Olga Maroto.
“Pintar a la madre de Dios es un gran compromiso, pero es muy bonito, porque nos da como una recibida muy grande… de bienvenidos a la parroquia”, comentó.
Rigioni es padre de Ericka, Víctor, Pablo, Luz María y Mónica. Mónica lo acompañó en el proceso de elaboración de la pintura. En los próximos días estará trabajando en los acabados finales de la obra inspirada en el impresionismo.
Don Pablo, como parte de sus facetas, entre 2014 y 2017, condujo un programa en Radio Santa Clara, llamado: Testigos.