Después de más de 30 años de servir en Nicaragua, un grupo de religiosas de la Asociación Misioneras de la Caridad, fundada por la madre Teresa de Calcuta, salió de ese país, este miércoles 6 de julio, custodiadas por agentes del Ministerio de Migración y Extranjería, luego de ser expulsadas tras ilegalizarse la organización con la cual se encontraban operando. Así lo informó la Voz de América.
La salida de las misioneras de Nicaragua se da una semana después de que el gobierno del presidente Daniel Ortega ilegalizara en una sesión parlamentaria unas 100 ONGs, incluida la de las Hermanas Misioneras de la Caridad, a la que el oficialismo acusó de no estar acreditada para fungir como asilo de ancianos o centro de desarrollo infantil.
Las 18 religiosas que servían en diferentes lugares en Nicaragua, fueron recibidas en Costa Rica, por Monseñor Manuel Eugenio Salazar Mora, Obispo de la Diócesis de Tilarán-Liberia.
La medida de la expulsión ha sido rechazada por varias organizaciones. El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, emitió una nota de prensa en la que lamentó profundamente el dolor de tantos hermanos que ya no tendrán “las atenciones que recibían” de las religiosas; asimismo, expresó su gratitud “por el invaluable servicio a nuestras iglesias locales”.
En Costa Rica, la Vida Consagrada de Costa Rica por medio de un mensaje, este jueves 7 de julio, expresó los sentimientos de solidaridad con las hermanas: “que en su entrega generosa se han dedicado a tender la mano a los más vulnerables y empobrecidos”.
El mensaje fue firmado por Monseñor Bartolomé Buigues Oller, Obispo de Alajuela y presidente de la Comisión Nacional de Vida Consagrada, en el cual manifestó la solidaridad y unidad “en esta dolorosa situación”.
Señalaron, con palabras del Papa Francisco, del mensaje para la XXIV Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que la misión de consagrados y consagradas es “vivir para para imitar a Jesús, llamados a introducir en el mundo su misma mirada, la mirada de la compasión, la mirada que va en busca de los alejados; que no condena, sino que anima, libera, consuela”.
En el llamado de la Iglesia costarricense, se indica: “Hermanas Misioneras de la Caridad, sigan adelante, les agradecemos su entrega en estar al lado de los que tienen sed y en estos momentos a vivir la dimensión profética de la persecución y el rechazo por la causa del Reino”.
“No pierdan la ilusión de la entrega, el coraje de darlo todo y no dejen de ser consagradas que cada día se miran y dicen ‘todo es don, todo es gracia’”, destaca el mensaje.
Finalmente, la Iglesia costarricense manifestó a las religiosas que esperan que la “estadía en nuestro país sea para ustedes un remanso de paz y que Nuestra Señora de los Ángeles las cobije bajo su manto protector y maternal”.
El mensaje también es firmado por el Hermano Álvaro Rodríguez Echeverría, presidente de la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Costa Rica (Confrecor).