“Con FMI o sin FMI, Costa Rica no puede renunciar a reformas estructurales de reducción del gasto público”, dice el comunicado emitido por la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia), ante el anuncio del avance del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por parte del Gobierno de la República.
Maurizio Musmanni, vicepresidente ejecutivo de la Industria Alimentaria, destacó que “no podemos olvidar que las necesidades nacionales van mucho más allá de los $1.750 millones que el FMI puede aportar”.
“Si no se aprueba una reforma real en materia de empleo público, si no se realiza una reforma que elimine toda la estructura duplicada e innecesaria del Estado…, además de terminar más endeudados, terminaremos con los mismos problemas, pero más grandes en un futuro cercano”, expresó.
Cacia manifiesta su preocupación, pues desconocen experiencias de países que hayan salido de sus crisis económicas planteando más o nuevos impuestos, por lo que consideran que esta es una “ruta equivocada”.
Afirman que la única fuente sana de generación de ingresos frescos es la reactivación de la economía.
Buscan que este acuerdo no sustituya la urgencia que tienen las empresas de una estrategia país en materia de competitividad, por medio de la reducción de tarifas energéticas, eliminación de trámites innecesarios, reducción de las cargas fiscales, o la reducción de obstáculos en la comercialización internacional de materias primas y productos.