El Gobierno de Japón, a través del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) y la Organización Internacional de la Madera Tropical (OIMT), establecieron una alianza para impulsar la conservación del bosque secundario.
Se trata del financiamiento de un proyecto que promueve el uso sostenible, facilitando la producción y comercialización de productos innovadores de madera.
El pasado 27 de abril, Shinjiro Komatsu, embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Japón en Costa Rica; Franz Tattenbach, Ministro de Ambiente y Energía en Costa Rica; y. Jaime Sotela, presidente de la Cámara Forestal Madera e Industria, junto con representantes del sector público, privado y de la sociedad civil, se reunieron en el Colegio de Ingenieros Agrónomos para firmar el documento del proyecto.
La iniciativa, según informó el sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), tiene una duración de 12 meses y cuenta con un presupuesto total de $365.000.
El mismo será implementado por la Cámara Forestal Madera e Industria y fue presentado ante la OIMT por medio del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo).
“Se espera que los resultados del proyecto contribuyan a la conservación del bosque secundario y sus servicios ecosistémicos, específicamente a los que se encuentran en la Región Chorotega y la Huetar Norte, generando empleo rural y aumentando el valor de estos recursos”, dijo Tattenbach.
“La pandemia ocasionada por el COVID-19 ha planteado diferentes retos a los países, por ello, me alegra saber que desde Costa Rica se continúa haciendo frente a los desafíos, pero manteniendo su compromiso claro con el ambiente, reforzando una vez más porque posee prestigio internacional en la materia. Por tanto, desde el gobierno de Japón aplaudimos esta iniciativa y nos honra ser parte de ella”, añadió el embajador de Japón en Costa Rica.
De acuerdo a la comunicación oficial, las especies de madera con el mayor potencial para ser utilizadas podrán ser transformadas en productos innovadores que tengan aceptación tanto en el mercado nacional, como en el internacional.
Los resultados del proyecto no solo identificarán una valiosa materia prima que se encuentra en los bosques secundarios de Costa Rica y su transformación en productos que encontrarán aceptación en nichos de mercados, sino que también, generará puestos de empleos decentes en las zonas rurales del país, que serán ocupados por un buen porcentaje de mujeres y jóvenes.