En la Catedral de Ciudad Quesada se llevó a cabo la Vigilia Pascual como punto culminante de la Semana Santa y de los 40 días de la Cuaresma que iniciaron con el Miércoles de Ceniza.
“El largo camino cuaresmal no terminó con la elevación de Jesús de Nazaret en la cruz, sino que encuentra su meta en la celebración de esta solemne Vigilia Pascual. En esta noche santa y hacia el amanecer del domingo de Pascua, los cristianos celebramos la fiesta más importante y central del año”, describió Monseñor José Manuel Garita Herrera, Obispo de Ciudad Quesada.
Con varios signos, la noche del sábado 8 de abril mostró la historia de la creación y la mano de Dios presente en la humanidad.
“El fuego nuevo (al inicio de la Misa), una vez bendecido, enciende la llama del cirio pascual, que representa a Cristo resucitado, y cuya luz se transmite de mano en mano a los creyentes”, expresó el obispo.
“El viento, es decir el Espíritu, es evocado una y otra vez, tanto al recordar la creación del universo como al anunciar la nueva alianza sellada por Dios con la humanidad”, agregó.
Asimismo, el agua, también bendecida en esa noche, “acoge a nuestros catecúmenos en un bautismo de fe, y es rociada sobre nosotros en la renovación de las promesas bautismales”, señaló Monseñor en su homilía.
“La tierra, finalmente, ofrece su pan y su vino para la celebración de la Eucaristía, en la que anunciamos la muerte del Señor, proclamamos su resurrección y esperamos anhelantes su venida”, manifestó.
El relato del evangelio de San Mateo en la Noche Santa mostró a las dos mujeres que se dirigen al sepulcro de Jesús y que no encontraron su cuerpo, pues había resucitado como lo había dicho.
Monseñor Garita fue enfático en que la misión de anunciar el Evangelio es para nosotros hoy.
“Nosotros hemos de anunciar esta buena noticia a todos nuestros hermanos. Es la misión que nos toca: anunciar y testimoniar que solamente en el Resucitado está la vida y la salvación”, añadió.
Ser testigos, transformar la sociedad, saber que Jesús nos acompaña, y que podemos hacer la diferencia por medio de gestos de amor, paz, solidaridad y fraternidad, entre otros, es parte de la misión de los cristianos, exhortó el Obispo de Ciudad Quesada.
Muchos fieles se hicieron presentes a la Vigilia Pascual en la Catedral de Ciudad Quesada.