Al cumplirse dos meses desde el registro del primer caso positivo de COVID-19, el Ministro de Salud, Daniel Salas, rindió cuentas sobre la gestión de atención de la pandemia en el país.
El Ministro resumió que han sido “60 días de un abordaje científico de la emergencia”, bajo lineamientos epidemiológicos que guían la identificación y seguimiento de los casos y que se han actualizado con la misma evolución de la enfermedad y sus etapas epidemiológicas.
Salas destacó que el país no solo realiza pruebas de identificación de nexos epidemiológicos, sino, también pruebas en sitios centinela, así como a personas repatriadas, focos potenciales y transportistas que ingresan a Costa Rica, lo cual ha permitido la identificación oportuna y romper las cadenas de transmisión.
Se sumarán los test en zonas de riesgo por cantidad de población y componente fronterizo. Son 30 zonas identificadas donde se realizarán 30 pruebas semanales.
“El índice de positividad que tenemos en el país, eso quiere decir, el porcentaje de personas positivas por cada cien pruebas que hacemos, ronda el 6%, así como el número reproductivo básico, que remite a la cantidad de personas que infecta cada positivo, es 1,15”, explicó el Ministro de Salud.
Las autoridades disponen de casi 13 mil pruebas para diagnosticar el COVID-19.
El país está a la espera de la llegada, en el mes de mayo, de 152.750 pruebas adquiridas por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y 20.000 pruebas de Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa)
La CCSS e INCIENSA procesan cerca de dos mil quinientas pruebas por día. Hay posibilidad de ampliar hasta cuatro mil.
Además, se avanza en el análisis de la oferta internacional de pruebas serológicas, para identificar si una persona ya atravesó la enfermedad.