Con un sentido saludo, Monseñor José Manuel Garita Herrera, Obispo de Ciudad Quesada, inició la celebración de la Santa Misa Crismal en este Jueves Santo.
Se dirigió a todo el pueblo santo y sacerdotal de Dios: fieles laicos, ministros ordenados, religiosos, religiosas, seminaristas “que han venido desde todas las partes de la diócesis a participar de esta solemne celebración”.
Asimismo, saludó a sacerdotes que han llegado de fuera de nuestra Iglesia particular a colaborar pastoralmente en estos días santos.
“Mi oración, felicitación y bendición para todos los sacerdotes en este día de la institución del sacerdocio ministerial”, añadió, al tiempo que les agradeció por “todo lo que hacen con tanta generosidad por la Iglesia y por la diócesis”.
En su homilía, Monseñor Garita enfatizó que esta Misa “tiene como finalidad la confección de los materiales sacramentales para la inminente Pascua y para la administración sacramental de todo el año hasta la siguiente Semana Santa. El obispo, como sumo sacerdote de su diócesis, se reúne con sus presbíteros y fieles laicos para realizar esta gran acción sacramental de la que brota vida divina y gracia para santificación de la Iglesia”.
Con ocasión de la Misa Crismal de 1989, recordó al papa San Juan Pablo II, quien introducía una interesante referencia a la vocación sacerdotal y al Espíritu Santo que guía a la Iglesia con su luz. Decía entonces: “Como deudores de la inescrutable gracia de Dios, nosotros nacemos al sacerdocio; nacemos del corazón del Redentor mismo en el sacrificio de la cruz. Y, al mismo tiempo, nacemos del seno de la Iglesia, pueblo sacerdotal. Este pueblo es el terreno espiritual de las vocaciones, la tierra cultivada por el Espíritu Santo, Paráclito de la Iglesia hasta el fin de los tiempos”.
Treinta años después, en el marco de la Misa Crismal, celebrada en la Basílica de San Pedro del Vaticano, el Jueves Santo del año 2019, el papa Francisco se refería a la misión confiada al sacerdote ordenado, utilizando un juego de palabras tan verdadero como ilustrativo de la vida sacerdotal: “Somos ungidos para ungir. Ungimos repartiéndonos a nosotros mismos, repartiendo nuestra vocación y nuestro corazón”, recordó el Obispo de Ciudad Quesada.
“Los sacerdotes sabemos bien que hemos sido llamados, amorosa y gratuitamente, para ser ungidos y para ungir. Se trata, pues, de un servicio de entrega constante, total, generosa y desinteresada; entrega hasta dar la vida a semejanza de Jesús, el testigo fiel, que nos amó y nos purificó de nuestros pecados con su sangre, para hacer de nosotros un reino de sacerdotes, como lo escuchamos en la segunda lectura del Apocalipsis”, añadió el prelado.
Monseñor Garita exhortó a los sacerdotes a “reconocer humildemente que hemos sido llamados y ungidos por pura misericordia, y no por mérito alguno de nuestra parte, es la motivación principal para ser fieles, es decir, para vivir totalmente dedicados a lo que somos; para vivir en rectitud, santidad y testimonio edificante; para consumirnos, en tiempo y fuerzas, a través de una auténtica y generosa caridad pastoral que no es otra cosa que dar y entregar la vida por el Señor y por su Iglesia”.
“Santos y fieles: no hay otra forma de ser y vivir como sacerdotes, queridos presbíteros. Pidamos y renovemos hoy, con profunda emoción y gratitud, la gracia sacerdotal que un día recibimos por la imposición de las manos y que nos convirtió en otro Cristo”, destacó.
Pidió a los fieles laicos, también miembros del pueblo sacerdotal de la Iglesia, a que sigan orando con perseverancia y generosidad por sus sacerdotes, “para que seamos fieles y santos, para que vivamos con alegría y generosidad nuestro santo ministerio, y para que les sirvamos a ustedes, hoy y siempre, con grandeza de corazón y con una total capacidad de dar la vida”.
Antes de la bendición, Monseñor compartió la buena noticia, por gracia de Dios, para nuestra Iglesia particular, y la Iglesia costarricense en general, de la ordenación diaconal del acólito Jeison Linares Sáenz. Será el sábado 1 de julio, a las 10:00 a.m., cuando se lleve a cabo esta ordenación. Asimismo, adelantó que para el sábado 9 de diciembre, a las 10:00 a.m., será la ordenación sacerdotal.