En las próximas semanas algunos partidos políticos elegirán sus candidatos para optar por la presidencia de la República en las elecciones del año 2022.
Los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica hacen un llamado a cuidar de nuestra democracia, próxima a cumplir 200 años de vida independiente. “No podemos ser indiferentes a estos procesos que pondrán en primera fila a quienes dirigirán el gobierno costarricense en el periodo 2022-2026”, expresaron.
Los obispos enumeraron algunos de los problemas más importantes que atraviesa el país agravados por la pandemia del COVID-19, por ejemplo, el desempleo, pobreza y pobreza extrema, déficit fiscal, el crecimiento de la violencia en la vida social y al interno de la familia, inseguridad ciudadana, narcotráfico, costo de la vida, deficiencias y desigualdad tecnológica en el sistema educativo de primaria y secundaria, rezago en la infraestructura pública, etc.
“Nuestra invitación se dirige primero a quienes proponen su nombre, para que presenten propuestas concretas por el bien del país, a fin de que, desde la responsabilidad que asumen al postularse para estos comicios, muestren verdadera honestidad y transparencia. El país merece claridad”, mencionaron.
“Al respecto, hacemos eco de nuestro mensaje de la Asamblea Plenaria de febrero de 2021, para que, quienes postulan sus nombres a diferentes cargos de elección popular pongan al servicio del país sus mejores conocimientos, experiencia y capacidad, y hablen al pueblo con transparencia sobre los temas de interés nacional, que miren al desarrollo integral en procura del bienestar de toda la nación”.
Del mismo modo, hicieron una invitación a los electores a participar de estos procesos, a conocer más sobre la situación del país y la política electoral, de tal forma que puedan informarse sobre aquellos que se postulan, sus equipos de trabajo y sus proyectos.
Señalaron la importancia de la responsabilidad de los partidos políticos para que puedan ofrecer, desde los deberes y derechos que les asigna nuestro proceso electoral, mecanismos claros para elegir los candidatos idóneos que puedan responder a los grandes desafíos que tiene Costa Rica. “Hacemos un llamado a no polarizar la sociedad costarricense con fines políticos e ideológicos, y a no tomar la fe del pueblo como herramienta electoral”.
“La crisis sanitaria mundial que enfrentamos, y sus consecuencias, exigen respuestas concretas, hechos más que palabras, acciones que devuelvan también esperanza y confianza en la reconstrucción de una mejor sociedad que ponga a la persona humana en el centro de su desarrollo”, mencionaron.
Hicieron un llamado a que “nadie quede excluido” de este proceso y “que la política de altura permita dar respuestas, especialmente a los que más lo necesitan”.
“Que se den las transformaciones necesarias para acabar con una vergonzosa desigualdad social y se alimente, con hechos, la esperanza de miles de costarricenses que cada cuatro años ven renovadas sus ilusiones en propuestas que hablan de un mejor país. ¡Qué esta ilusión no se disipe en discursos vacíos!”, agregaron.
Al mismo tiempo, los pastores de la Iglesia costarricense exhortaron a los medios de comunicación, “para que ejerzan su libre derecho a informar con responsabilidad y objetividad, dando a conocer a la ciudadanía la totalidad de las opciones que se presentan. Que sean independientes en el ejercicio de comunicar, para beneficio de la política y del país en general”.
Aseguraron que solo mediante un proceso electoral transparente y responsable, se puede alcanzar un ejercicio de la política que devuelva la confianza a los ciudadanos. “Requerimos urgentemente de una política al servicio de la justicia social y del bien común”, concluyeron.