«María, la mujer que comparte su experiencia de Dios con los demás». Con este tema llegamos el jueves 29 de julio al VII Día de la Novena en honor a Nuestra Señora de los Ángeles, con la celebración eucarística en el Santuario Nacional, en Cartago.
Los obispos eméritos de nuestro país concelebraron en este día. Ellos fueron: Mons. Hugo Barrantes, Arzobispo Emérito de San José y quien presidió la Misa; Mons. Vittorino Girardi, Obispo Emérito de Tilarán-Liberia; Mons. Ignacio Trejos, Obispo Emérito de San Isidro; Mons. José Francisco Ulloa, Obispo Emérito de Cartago; y, Mons. Guillermo Loría, Obispo Emérito de San Isidro, quien tuvo a cargo la homilía.
Monseñor Loría destacó la importancia de actualizar y conmemorar la Fiesta Nacional alrededor de nuestra Madre, con el fin de asumir el compromiso que como creyentes tenemos en la sociedad.
Monseñor Loría llamó a la coherencia, a ser responsables cristianos en todos los ámbitos de la vida: «contamos con la ayuda de Dios y la que nos ha dado por su Espíritu, así como la de María, a quien tomamos como modelo. En la vida del cristiano la Santísima Virgen María representa el ejemplo más alto de colaboración al plan de Dios».
Durante su discurso homilético, el obispo exaltó palabras del Papa Francisco, cuando habla de la familia, y el valor insustituible de la mujer.
Monseñor Mario Quirós Quirós, Obispo de Cartago, agradeció la presencia de los obispos eméritos en la Basílica, tanto como su testimonio y perseverancia en la fe al servicio de la Iglesia costarricense.