Este lunes 7 de diciembre, Patricia Mora, Ministra y Presidenta del Instituto Nacional de la Mujer, dio a conocer su renuncia al Gobierno de la República.
En su perfil de facebook, menciona que la renuncia se da producto de la «indignación y preocupación por la manera en que se han manejado en los últimos días, asuntos de interés nacional» y que, para ella, son absolutamente inaceptables.
“En octubre pasado celebré como un hecho político relevante la instalación del espacio del diálogo nacional. Participé así en las 12 sesiones realizadas, convencida de que era un ejercicio político noble y necesario”, expresó.
“El pasado miércoles 2 de diciembre, asistíamos a la entrega de los acuerdos logrados, después de largas horas de trabajo en las mesas de diálogo. Conscientes de que dichos acuerdos eran modestos, pero, entendiendo, que se trataba de una puesta en común que permitiría seguir abonando, una vez más en nuestra historia, a lo que deseamos siga siendo la vía costarricense”, dijo.
Agregó, “y resulta que mientras diversos sectores estuvimos allí, entregando los acuerdos de diálogo, desconocíamos que Carlos Alvarado, el presidente de la República, y su equipo económico no solo ya habían tomado la importante decisión de iniciar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), sino, que esta ya había sido comunicada al señor director de la Nación, quien al día siguiente a primera hora salió a anunciar al país, en primicia, la decisión tomada”.
La ahora ex ministra dejó claro en su red social, que le preocupa el retroceso en derechos laborales, la ley contra las huelgas y la propuesta de ley para legalizar jornadas inhumanas en perjuicio de las mujeres.
Comentó que no se detendrá en señalar los “salvajes” recortes a la inversión pública, aprobados en la Asamblea Legislativa en el marco de la discusión del presupuesto para el 2021, ni del daño irreparable que ellos causarán al Estado Social, construido con el esfuerzo de muchas generaciones de costarricenses y debilitado gravemente en las últimas décadas.
“Estoy señalando un acto simbólico que da cuenta de la impertinente y vergonzosa intromisión de los grupos empresariales en el ámbito soberano del Poder Ejecutivo. Estoy narrando un acto concreto que demuestra lo que hemos venido observando con enorme preocupación y que he denunciado en las sesiones del Consejo de Gobierno en reiteradas ocasiones: la práctica recurrente de despreciar el valor de la representación democrática, de imponer intereses corporativos en las decisiones de Estado, a espaldas de la población, intromisiones que se traducen en desigualdad, en privilegios para algunos y pobreza, violencia y exclusión para otros y otras”, comentó.
“Por mi parte, tras dos años y medio de intensa labor en el Instituto Nacional de las Mujeres, reitero mi compromiso de seguir trabajando por los derechos humanos, por los derechos de las mujeres, una y mil veces ignorados y violentados, y por conseguir, aún en condiciones adversas como las actuales, que prevalezca la esperanza de que la política pueda hacerse sin temor a los desacuerdos, procurando plataformas mínimas de coincidencias, con la aspiración inconmovible de garantizar una base mínima de ciudadanía a todos los seres humanos que habitamos este territorio y sin aceptar ninguna clase de presión ajena al interés superior patrio”, concluyó Mora.