Este viernes 20 de enero, nuestro personaje de la semana destaca a la Misionera Clarisa Vanessa Meléndez.
La Hermana Vanessa tiene 42 años de edad y es oriunda de Llano Grande, provincia de Cartago.
Cursó Primaria en la Escuela de Llano Grande; y, en 2006, se graduó de Secundaria, en el Colegio Nocturno José Joaquín Jiménez Núñez, cuando ya era religiosa.
Más adelante realizó, en Roma, un Diplomado en Vida Consagrada, en el Instituto Claretiano.
Meléndez contó a Noticias Santa Clara, que su interés por la vida religiosa, comenzó desde sus 8 años de edad, pues su hermana mayor, Alexandra, solía asistir a convivios de las Misioneras Carmelitas.
Asegura que siempre le pedía que la llevara a las actividades, pero en ese entonces ella no tenía edad para hacerlo, fue así que, años más adelante, se integró a escondidas de sus padres a las Misioneras Clarisas.
Su primer acercamiento con las Clarisas, fue a sus 17 años de edad, en el mes de mayo, para el Día de la Virgen, cuando hicieron una misión para promover las vocaciones en la provincia. Ahí conoció a la Hermana Socorro Ibarra, a quien considera su promotora vocacional.
Considera que, en su familia, el Señor inspiró su deseo, su vocación. Tiene, además, una hermana gemela.
La Hora Santa, los rosarios, las vigilias y las adoraciones en la Iglesia, siempre fueron parte de su juventud y actividades que solía disfrutar mucho.
La Hermana Vanessa contó que, incluso, mantuvo su proceso vocacional a escondidas de sus padres, hasta noviembre de 1998, que realizó una experiencia con las Hermanas Clarisas.
Dijo que su proceso de ingreso fue muy rápido, pues el 12 de diciembre de 1998, se convirtió en la fecha en que recibió su carta de ingreso; y, se incorporó al convento el 2 de febrero de 1999.
El 16 de agosto de 2008 realizó sus votos perpetuos.
Para la Hermana Vanessa su vocación misionera es “un regalo de Dios”.
“Para mí esto ha sido el regalo más hermoso que Dios me pudo a mi haber hecho”, expresó.
En 22 años de misión, ha tenido la oportunidad de estar en las comunidades de Upala, Paquera, Guatuso, San José, Alajuelita, San Carlos, Puriscal; y, fuera del país, en México, donde realizó la formación de su noviciado; y, Roma, en la Casa del Peregrino.
En la Diócesis de Ciudad Quesada lleva misionando desde mayo de 2021.
Su apostolado y misión, durante el tiempo que el Señor se lo permita en 2022, será en la guardería de las Hermanas Clarisas en Santa Rosa de Pocosol. También colabora con la Pastoral Vocacional de la Diócesis.
Su mensaje a aquellas personas que sientan el llamado a la vocación, es a seguir adelante sin miedo, pues el mundo ofrece “cosas pasajeras y desechables”.
“No tengan miedo de entregarle al Señor sus vidas, él es fiel; y, eso no lo tenemos que olvidar. Nosotros solamente somos instrumentos, somo trabajadores de la viña del Señor”, reflexionó la Hermana Vanessa.