- Estos hacen referencia a instituciones privadas que ejercen una función pública designada por el Estado, que consiste en controlar el ejercicio de una profesión en beneficio de la sociedad, defendiendo los intereses de sus agremiados.
El Proyecto de Ley 21.462, presentado por el Diputado Luis Ramón Carranza Cascante del Partido Acción Ciudadana (PAC), tiene como objetivo eliminar los timbres de los Colegios Profesionales, para reducir privilegios exclusivos de ciertos gremios, contribuir a la eliminación de procesos burocráticos, costos operativos y generar acciones que permitan la reactivación económica del país.
El legislador apunta que, en los últimos diez años, se han cancelado ₡45,360,209,167.40 millones de colones por detalle del cobro de timbres entre los ocho colegios profesionales de nuestro país: Colegio de Abogados y Abogadas de Costa Rica, Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, Colegio de Contadores Privados de Costa Rica, Colegio de Contadores Públicos de Costa Rica, Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica, Colegio de Periodistas de Costa Rica, Colegio Profesional de Psicólogos de Costa Rica y el Colegio de Cirujanos Dentistas de Costa Rica.
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Nuestro país cuenta con una gran cantidad de tributos con destinos específicos obligados por la Constitución Política y leyes especiales que se han creado en el tiempo, lo anterior ha restado las posibilidades de racionalizar el uso de las rentas públicas, ocasionando, la crítica situación fiscal y generando un mayor costo en determinados servicios.
“Es necesario hacer una revisión exhaustiva de todos aquellos tributos y similares que generan una responsabilidad a todas las personas que utilizamos ciertos bienes y servicios, sin que estos precisamente vengan a generar un beneficio
a la colectividad”, resaltó.
Y cuestionó sobre “¿Qué sucede con los recursos que son destinados a entidades particulares, como los conocidos Colegios Profesionales?”
“Estos timbres, se han convertido, en una forma para favorecer la burocracia de la que tanto nos quejamos, de igual manera, para encarecer los diferentes trámites donde son requeridos, en beneficio directo a grupos gremiales, tienden a ser más favorecidos a la hora contar con estudios universitarios, en comparación con un porcentaje significativo de la población; el Estado de la Educación (2018) muestra que un 60% de los jóvenes pertenecientes al primer quintil no logra continuar con sus estudios en educación superior. Por tanto, aquí nuestra preocupación de dichos timbres, los cuales responden únicamente al beneficio de un colectivo de carácter selectivo y exclusivo”, concluyó.
Algunos ejemplos simples por los que se cobran timbres son: contratos, autentificación de firmas, traspaso de bienes inmuebles, documentos notariales, planos de vivienda, comercio y construcción, solicitudes de incorporación dictámenes médicos, constancias, pólizas, emisión de estados financieros, títulos de grado, entre otros.
El valor de cada timbre en el colegio respectivo lo rige su norma correspondiente, de 29, únicamente 8 de ellos los emiten.
12 junio de 2019. | Karen Rivera Rojas.