- Los teléfonos ingresan por medio del contrabando el cual se filtra por las personas visitantes y lamentablemente por medio de algunos funcionarios.
La seguridad en las prisiones de nuestro país se encuentra reforzada no solamente por el cuerpo policial, sino también, por un sistema de vigilancia completa mediante circuitos de cámaras de vigilancia y demás dispositivos que garantizan la permanencia de los reos y el control dentro de la penitenciaria.
Toda persona visitante que pretenda hacer ingreso al Centro Penal, debe según el reglamento de requisa y revisión de bienes, ser revisada mediante el chequeo corporal, detector de metales, body scanner y las pertenecías pasarán por una máquina de rayos x, o bien, serán revisadas en presencia del visitante, por un funcionario encargado del proceso.
No obstante, el ingenio de los reclusos sobrepasa la inteligencia de los oficiales y la exactitud del sistema de vigilancia. Es decir, de alguna u otra forma logran introducir celulares a sus celdas.
Por ejemplo, para el Centro Penal Nelson Mandela ubicado en La Marina de San Carlos, según datos suministrados por Pablo Bertozzi, director de la Policía Penitencia de Costa Rica, se decomisan cerca de 114 celulares anualmente.
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Los teléfonos ingresan por medio del contrabando, el cual se filtra por las personas visitantes y lamentablemente por medio de algunos funcionarios.
En diversas ocasiones los reos venden los celulares dentro de las cárceles en altas sumas de dinero, detalló Bertozzi.
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El uso que le dan a estos dispositivos es diverso, ya que muchos privados de libertad lo utilizan para estar en contacto con sus propios familiares, otros los utilizan como medio para tener contacto con el exterior y seguir cometiendo delitos como por ejemplo las famosas estafas telefónicas, extorciones y sobornos a terceros.
Dentro de las funciones de la Policía Penitenciaria se encuentran realizar revisiones de las personas que se encuentran con una pena privativa de libertad, como a su vez de los espacios dónde se encuentran ubicadas, lo anterior para tener un adecuado control y a su vez poder detectar artículos prohibidos. Es de esta forma como logran detectar la presencia de los dispositivos, o bien por medio de la información que suministren otros privados de libertad.
Cuando se realiza el decomiso de algún dispositivo, se procede a realizar un informe con las características del artefacto electrónico y se envía al departamento de custodia.