Este lunes 16 de mayo se dio a conocer por parte de la Universidad de Costa Rica (UCR) la economía de Costa Rica podría recibir hasta $18 millones debido a la asistencia de la Selección Nacional de Fútbol al Mundial Qatar 2022.
Los cálculos fueron hechos por uno de sus académicos, el especialista de Mercadeo en Contextos Deportivos y docente de la Escuela de Administración de Negocios, Francisco Navarro.
El especialista recalcó que, aunque la sola eventual clasificación mundialista no va a hacer que el país perciba y mantenga cifras macroeconómicas exorbitantes, sí ayudaría a alivianar la difícil situación que han vivido cientos de empresas.
Según la información, aunque no existe aún una investigación que concluya la cantidad exacta de dinero que circularía en el país como consecuencia de la clasificación de la Selección Nacional, Navarro sí dio un cálculo: más de $18 millones. Lo anterior, tomando en cuenta el premio que tendría asegurada la Federación Costarricense de Fútbol (incluidos equipos y ligas de fútbol) por participar en la primera ronda mundialista: $9 millones, lo cual cuenta incluso como inversión extranjera directa, pues es dinero que se redireccionaría a gastos propios de la industria futbolera, la mayoría a lo interno del país.
A ese monto hay que agregar otros $9 millones como efecto de la inversión en patrocinios oficiales, publicidad, ventas de productos y otros eventos asociados con el auge del llamado “equipo de todos”.
El especialista citó tres niveles de proximidad comercial en cuanto a los beneficios que tendría una eventual clasificación de “La Sele” a Qatar.
En primera instancia están las industrias ligadas al primer equipo masculino, todo lo relacionado con partidos amistosos (venta de entradas, mercadería, derechos de transmisión, entre otros). Esto es lo que más se beneficia o afecta.
El segundo nivel tiene que ver con los productos que ofrecen los patrocinadores. Navarro indicó para este grupo la clasificación es determinante, porque ven el patrocinio como una inversión de imagen de su marca que es explotable dependiendo del sentimiento que produzca. De hecho, según una teoría de mercadeo deportivo, una buena combinación entre la empresa que patrocina, el equipo patrocinado y el evento en el que participa, genera un rédito no solo por la exposición de marca, sino también por el interés de compra.
Y, finalmente, el tercero tiene que ver con los “microeventos”, es decir, todas aquellas actividades que se vayan a hacer a raíz de la eventual participación de la Selección en el Mundial: llámese ver los partidos desde la casa de familiares o amigos, en bares o restaurantes, comprar artículos para disfrutar de los juegos y todos los gastos que eso implica.