“El diácono podrá administrar el bautismo, presenciar el matrimonio, llevar el viático, presidir las exequias y dirigir la homilía, entre otras funciones. Por tanto, se trata de un ministro (servidor, siervo) de Jesucristo y de la Iglesia: es llamado y ordenado para servir y no ser servido; para entregarse con humildad, sencillez, discreción y generosidad a través de un testimonio probado”.
De esta forma, Monseñor José Manuel Garita Herrera, explicó el servicio que brindará el nuevo diácono ordenado este jueves 20 de abril en la Parroquia Nuestra Señora de la Candelaria de Venecia.
Se trata de Fray Ronald Enrique Céspedes Jiménez de la Orden de San Agustín (OSA) quien, por imposición de manos del Obispo de Ciudad Quesada, recibió el diaconado.
La celebración comenzó a las 6:00 p.m. y en su homilía, Monseñor Garita enfatizó que “diácono es sinónimo de servidor. Servidor al estilo de Jesús: pobre, humilde, generoso, de corazón grande, capaz de asumir la cruz y dar la vida, dispuesto a ser el último y el esclavo”.
El diácono es el tercer grado del sacramento del orden, se convierte en inmediato colaborador del obispo y de la Iglesia en el anuncio de la Palabra; en el servicio del altar y en el ministerio de la caridad hacia los más pobres y necesitados, explicó el obispo. “Asimismo, el diácono se convierte en clérigo y se incardina, en el caso Fray Ronald, a la Orden de San Agustín, en cuanto instituto religioso clerical, y al cual se vincula a título de pertenencia y dedicación a su servicio con mística de consagración, sobre todo a través de los votos de pobreza, castidad y obediencia”, destacó el prelado.
“En clave cristiana, el servicio se identifica claramente con el amor y la caridad; lo acabamos de conmemorar el recién pasado jueves santo. Servir es amar y dar la vida”, dijo Monseñor Garita.
Monseñor José Manuel Garita Herrera ordenó al nuevo diácono de la Orden de San Agustín.
Por su lado, el nuevo diácono agradeció a la Orden de San Agustín por acogerlo, y sigue dispuesto a la voluntad de Dios en su caminar.
Monseñor Garita agradeció al Padre Prior Provincial de la Orden de San Agustín, el Padre Glen Arauz; y, al Padre Paco Robles, párroco de Venecia; y demás autoridades de la Orden por haberle solicitado presidir esta celebración.